2021-03-27 20:29:10
CIUDAD DE MXICO (Proceso). El FICUNAM exhibe el documental “Los plebes” (Mxico, 2020) de Eduardo Giralt Brun y Emmanuel Mass, dirigido, verdaderamente, a 4 manos, ya que cada uno se vali de un telfono celular como nico recurso para grabar a estos jvenes, algunos prácticamente nios, llamados plebes o las uas del tigre como los detalla Giralt , que trabajan para los crteles y se dedican a labores bsicas.
El propsito era explorar cmo transcurre la vida de este sector de la juventud mexicana cuando no les toca andar en alguna balacera.
La naturalidad con la que los realizadores lograron grabar la privacidad de estos jvenes sicarios, captados con desenfado en sus viviendas sencillas, sin encanto, que limpian y preparan sus armas casi de la misma manera en la que juegan Nintendo, o se visten y alistan para acudir a una misin, es toda una revelacin para el pblico habituado a novedades y ficciones de torturas y baos de sangre que retratan al narco, planeta horripilante y también inaccesible.
“Los plebes” es un documento nico que abre el camino para humanizar a estos adolescentes abandonados por la sociedad y satanizados por el gobierno.
En la entrevista de Columba Vrtiz para Desarrollo se infiere que de la colaboracin del venezolano Giralt Brun, ahora con experiencia en direccin y produccin, con Mass, sinaloense y conocedor de la jerga y de la cultura del medio, result la aleacin ideal para este reportaje; no ser fcil repetir la hazaa de lograr ganar la seguridad de estos sicarios que cambian cada dos semanas de celular, aparato con el que nacieron en las manos; convivir con ellos era indispensable, todo con el permiso del patrn.
La entrevista tambin proporciona opiniones acertadas sobre la situacin de esos jvenes, el abandono por la parte del gobierno, el efecto de la emigracin y las drogas.
En una secuencia muy bien editada hace aparición una larga serie de cruces, altares urbanos, arte habitual, en los lugares donde habran cado.
La coyuntura milésimas de segundo beneficiada, sin duda, fue hallarse con La Vagancia, un hombre de 29 aos, edad que se cree lmite de supervivencia de un sicario, autntico protagonista que funciona como eje y vector del reportaje; l es nico que muestra la cara, el de los dems se ve cubierto con una mscara digital. La Vagancia sigue casi en todo momento descamisado, cosa que transmite un estado a flor de piel, imagen de puerta de inseguridad, nivel cero del drama de vida de estas generaciones; en el momento en que se viste parece prepararse para un ritual de muerte, un encargo que, piensa el espectador, podra ser el ltimo.
A lo largo del reportaje, La Vagancia se relaciona con un perrito, objeto real de aprecio y ventana hacia el alma de este Don Juan con una novia en cada colonia, que prob estar en la crcel, lugar desde donde slo poda ver el cielo, y que ahora suea con recibir permiso de dejar este trabajo y ocuparse a otra cosa, incluso ser carpintero. El personaje es impresionante, se adivina terrible es sus momentos milésimas de segundo siniestros, pero es un nio en el momento en que cuenta e ilustra, con soldaditos de plstico, el encontronazo entre militares y sicarios.
Informe anunciado el 21 de marzo en la edicin 2316 de la gaceta Desarrollo, cuya edicin digital puede conseguir en este link.
